SE LE LLAMA "arte picotero" Al universo visual que surgió alrededor de los "picós", UN FASCINANTE FENómeno cultural propio del caribe colombiano.


Los soundsystems son un fenómeno transversal a toda la diáspora africana: poderosos equipos de sonido fabricados artesanalmente por comunidades afrodescendientes a lo largo y ancho del planeta para programar su propia música, a su manera.

Los soundsystems son importantes porque son agentes de autodeterminación cultural. Son una forma de recreación y congregación creada por la propia comunidad según sus propios estándares de gusto. Eventualmente, los soundsystems pueden convertirse también en laboratorios creativos de los cuales surgen nuevos productos culturales. El caso más icónico es quizás el de los soundsystems jamaiquinos, sin cuya existencia probablemente no habrían existido el reggae ni una figura como Bob Marley.
 


En el caribe colombiano, una región con un gran porcentaje de población afrodescendiente,  los soundsystems recibieron el nombre de picós, un nombre derivado de pick-up: el bracito que con el que las viejas tornamesas leían los discos de vinilo.

El origen de la tradición de los picós se remonta a la década de 1960 cuando empezaron a ser fabricados en los barrios populares de Cartagena y Barranquilla. A lo largo de los años, a la par con la evolución de la tecnología, la configuración técnica de los picós ha variado mucho; pero hay algo que ha permanecido constante: su gráfica espectacular. 

Gracias al trabajo de talentosos pintores locales como William Gutierrez y al deseo de los propietarios de los picós de imponerse sobre sus competidores, una fastuosa mitología visual fue surgiendo alrededor de los soundsystems colombianos.

Los picós son hoy en día un ícono de la cultura popular del caribe colombiano: en lugares como Barranquilla docenas de picós retumban en diferentes puntos de la ciudad durante una misma noche. La gente se congrega alrededor de ellos para tomar cerveza y bailar al ritmo de la cuidada programación musical que hacen los melómanos que están detrás de la consola.

Su música, su gráfica y la dinámica social que propician, son al mismo tiempo un ancla arrojado hacia el pasado –el vínculo con Africa– y una flecha lanzada hacia el futuro: la creación de una cultura nueva a partir de la yuxtaposición y la mezcla.

Cortesía de F. Altahona

Cortesía de F. Altahona

Cortesía de F. Altahona

Cortesía de F. Altahona